domingo, 23 de septiembre de 2007

EL PENSAMIENTO Y EL CONOCIMIENTO DE LOS PROFESORES



El pensamiento y el conocimiento de los profesores es una página que invita a compartir las reflexiones teóricas, conceptuales y metodológicas de los educadores, del conocimiento de contenido y del conocimiento didáctico. Es una herramienta que permitirá promover investigaciones, ensayos y construcciones acerca del quehacer pedagógico y disciplinar del educador.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

EL PENSAMIENTO PEDAGÓGICO

Por: Rafael Fiscal Flores[1]

En la parte final de mi artículo de la semana pasada, concluía afirmando que el profesor auténtico tiene como obligación hacer una reflexión profunda, sobre cuáles son los supuestos bajo los cuales él se desempeña como agente del proceso educativo. También afirmé que la tarea del profesor no se trata de transmitir conocimientos a través de una metodología determinada por novedosa que sea, sino que, en la medida que el profesor comprenda sus cosmovisiones relacionadas con el proceso educativo, estará en mejores condiciones de orientar y formar seres humanos útiles a sí mismos y a su contexto. De otra forma no tendría sentido hablar de profesores.

Evidentemente con la conclusión anterior he trazado de alguna forma, un primer esbozo de la relación dialéctica que existe entre las cosmovisiones del profesor y su práctica docente. Cosmovisiones y práctica docente que se nutren día a día, a través de un proceso de reciprocidad y replicación del cual el profesor no puede ser ajeno o ignorar. Puesto que de lo contrario sólo se trata de un proceso y de una práctica docente trivializada.

Por las características del actual contexto socioeconómico, político y cultural se reconoce a la educación como un proceso complejo, que abarca desde lo que sucede en la familia y la escuela hasta el desarrollo de la comunidad en sus ámbitos más amplios. Esto es, se concibe como un proceso que se mueve en distintas perspectivas y que desde ellas merece ser estudiada. La acción educativa, como señala Severino citado por Gadotti (2000:17), “desde el surgimiento del hombre es práctica fundamental de la especie, distinguiendo el modo de ser cultural de los hombres del modo natural de existir de los demás seres vivos”. Por lo que ha de pensarse en la pedagogía como la posibilidad de estudiar el hecho educativo. La pedagogía, como reflexión teórica acerca de la educación, es una construcción discursiva que organiza las prácticas educativas. La pedagogía, por tanto, comprende el conjunto de normas, reglas, procedimientos y leyes de la educación. En tal sentido, la educación constituye un proceso y la pedagogía la ciencia que lo estudia. La pedagogía igual se ocupa del estudio científico y especulativo de la educación, de sus teorías, aspectos filosóficos, científicos y técnicos. Beltrán (1990:32) añade que la pedagogía se encarga del estudio de la educación, estableciendo los principios y fijando las finalidades hacia las cuales se dirige la acción educativa.

Anónimo dijo...

CONTINUACION

Lejos de lo que pudiera pensarse generalmente se discute la naturaleza de la pedagogía; para algunos la pedagogía es una ciencia, para otros no sobrepasa los límites de una técnica, otros más le asignan la categoría de arte y son muchos los que la confinan en los terrenos de la filosofía.

Sarramona (1989) hace un análisis de las diferentes corrientes que discuten sobre la naturaleza de la pedagogía. La primera de ellas defiende de manera absoluta la posición de la pedagogía como la única ciencia de la educación; todas las demás ciencias son vistas como ciencias pedagógicas. Otro grupo de autores, defienden la tesis de que la pedagogía, debe ser entendida como la ciencia general de la educación, pero admiten la presencia de otras ciencias llamadas ciencias de la educación que dependen de la pedagogía. Algunos más admiten la existencia de un conjunto de ciencias de la educación independientes entre sí, que convergen en considerar a la educación como objeto de estudio, pero desde perspectivas diferentes reconociendo la naturaleza propia de la pedagogía. Finalmente se encuentran otros autores que consideran como ciencias de la educación a toda ciencia relacionada con la educación, ya sea que esté directa o indirectamente implicada, inclusive aunque no contemplen a la educación como su objeto de estudio.

Como podrá observarse, de acuerdo a lo manifestado por algunos autores que se han ocupado de analizar la naturaleza de la pedagogía, al diferir en las perspectivas de análisis están indicando con ello, las múltiples dificultades para llegar a una definición y a una ubicación precisa de la pedagogía. Lo anterior es por demás explicable ya que, aún cuando la pedagogía tiene definido su objeto de estudio, éste es tratado por otras ciencias aunque de distintos modos y desde perspectivas diferentes.

Sin embargo, desde mi muy particular punto de vista la educación no ha sido tratada lo suficiente como área de investigación por las ciencias de la educación. Por lo general estas ciencias investigan sobre y no desde la educación. Es decir, no toman los problemas de la práctica educativa como una de sus principales o primeras preocupaciones. Toman a la educación como campo de aplicación de otras ciencias. Pero también es cierto que no se pueden “negar los aportes teóricos decisivos que especialistas de diversas áreas han dado a las ciencias de la educación. Los ejemplos de Jean Piaget, del sociólogo Pierre Bordieu o del historiador Philippe Ariès, entre tantos otros, lo confirman de manera irrefutable.” (Novoa, 1991:31). Pero insisto el pensamiento de estos autores y otros más se produce desde el interior de sus campos disciplinarios y luego llevado al proceso educativo.

Quintana (1983) estima que la pedagogía no se diluye entre las ciencias de la educación y la plantea como una ciencia práctica y normativa de la educación. Es decir, se ocupa de la acción de educar con el acto educativo y con la intervención sobre ese acto, hacia el cual se orienta con la intención de conocerlo y transformarlo. Esto no les pasa a las demás ciencias de la educación, que afrontan dificultades concretas en cuanto a la problemática del ámbito de su competencia para dar solución a las cuestiones propias de los hechos y problemas educativos. Sin embargo, es claro que el estudio de la educación como fenómeno social no se agota en una ciencia. De igual forma, la pedagogía tampoco, es la única ciencia que estudia la educación; y aceptando, además, la multiplicidad y pluralidad de los enfoques que se tienen sobre la educación, se comprende que la base de significación de la pedagogía y de las ciencias de la educación es la práctica social, con todas sus contradicciones y complejidades. En este sentido, tanto a la pedagogía como las ciencias de la educación, corresponde analizar la educación y transformarla a la vez.

Anónimo dijo...

TERCERA PARTE

Vista la pedagogía en relación con las demás ciencias de la educación, se puede afirmar que la pedagogía es la ciencia de la práctica educativa. En eso radica su especificidad; la pedagogía no se erige como el discurso sobre la educación sino que parte desde la práctica de los profesores, entendiéndola como el referente para la construcción de saberes en una relación dialéctica con los saberes teóricos y por el proceso de reflexión del docente sobre su práctica. Entendiéndose, por tanto, que en esta comprensión de la pedagogía estriba la raíz fértil para la significación epistemológica de la didáctica, la cual, como área de la pedagogía, toma como su objeto de estudio a la enseñanza.

Por su parte Schmied-Kowarzik (1983) define la pedagogía como una ciencia práctica de y para la práctica educativa. Sus planteamientos se basan y admiten la dialéctica de la realidad educativa. Siendo así que la educación, como práctica social humana, es un fenómeno dinámico, histórico e inconcluso que no se puede captar en su totalidad sino en su dialéctica; esto es, la educación es transformada por los sujetos, quienes a su vez se transforman con ella en su práctica social. Es por tanto ahí, en la práctica social del educador, donde hay que realizar el estudio sistemático, específico y riguroso de la educación para intervenir en ella de forma consistente. A ese estudio sistemático Schmied-Kowarzik (1983) le llama pedagogía, ciencia que tiene su razón de ser en la práctica de la educación. Por tanto, la pedagogía parte de los fenómenos educativos para luego volver a ellos.

Retomando a Sarramona, la interpretación que sobre la naturaleza de la pedagogía hacen los autores Clausse (1970), García Garrido (1982) y Quintana (1983), tiene que ver con la existencia de un conjunto de ciencias de la educación independientes entre sí que convergen en considerar a la educación como objeto de estudio pero desde perspectivas diferentes y, por supuesto, considerando a la pedagogía con una naturaleza propia, es la que más se ajusta a los intereses del presente trabajo ya que, como argumenta Sarramona (1989:84), el hecho de que “. . . las ciencias de la educación converjan en un objeto común –la educación–, no puede ser argumento suficiente para proclamar su unidad; del mismo modo que resulta insostenible el demandar hoy una única ciencia que estudie a la educación, considerando a todas las demás como simples ramas de ésta”.

Anónimo dijo...

Conclusión.

En principio se puede concluir que se debe considerar que el campo del saber pedagógico se resignifica cuando aparecen nuevas demandas sociales, cuando se requieren otros tipos de integración social y de formación; que no se logran con las modalidades anteriores. Así, la pedagogía se puede concebir como la ciencia que reconoce y recupera los aspectos ideológicos, sociohistóricos y culturales de los hechos educativos donde el sujeto construye su objeto a partir de su interacción con él. Por tanto, se habrá de entender a la pedagogía como el proyecto que integre la reflexión epistemológica para entender lo educativo desde los procesos de quienes participan, vinculando la teoría con la práctica como elementos indisociables en toda ciencia educativa. De esta forma, el campo de estudio de la pedagogía se encuentra en una continua construcción al considerar los contextos diversos que le dan origen y en los cuales el proceso educativo se desarrolla. Para nadie es ajeno cómo en el pensamiento pedagógico se destaca una sociedad, una historia, una cultura, un ideal de educación y un ideal de hombre.

En su devenir evolutivo, histórico y concreto, la pedagogía ha estado influenciada por las condiciones económicas, políticas, culturales y sociales que han intervenido con mayor o menor fuerza en el desarrollo del conocimiento pedagógico. Así, es de reconocer que históricamente se ha identificado un cierto tipo de cultura, de valores y de ideal educativo plasmado en la intención de formar a un cierto tipo hombre. Desde el pensamiento pedagógico de los griegos Sócrates, Aristóteles y Platón (s. IV a. de J.C.) hasta nuestros días tenemos que el pensamiento pedagógico ha estado en constante reconstrucción, buscando renovar la práctica educativa. Aunque su desarrollo no siempre haya sido fácil y homogéneo, pero que sin duda abrieron definitivamente, el camino interminable de la renovación pedagógica.

Por tanto hay que reconocer que el pensamiento pedagógico surge como reflexión sobre la práctica de la educación, como una necesidad de sistematizarla y organizarla en función de determinados fines y objetivos. Parece fácil pero me gustaría preguntar ¿qué tan común es este proceso reflexivo en todos aquellos que nos dedicamos y desarrollamos en la docencia? O es que sólo nos dedicamos a dictar nuestra clase como lo determina nuestra guía de estudios y a divagar ingenuamente como docentes, trivializando con ello un proceso tan delicado y complejo como el proceso educativo.

Bibliografía.
§ Beltrán, P. F. L. (1990). Principios generales de la educación, Venezuela: Monte Ávila Editores.

§ Gadotti, Moacir. (2000). Historia de las ideas pedagógicas, México: Siglo XXI editores.

§ Sarramona, J. (1989). Fundamentos de la educación, Barcelona: Ceac.

§ Novoa, A. (1991). As Ciências da Educação e os processos de mudança. Lisboa: Revista da Sociedade Portuguesa de Ciências da Educação.,e in Pimenta, S.G. (1996). ¿Pedagogia, ciência da educação? São Paulo. Cortez.

§ Quintana, J. M. (1983). Pedagogía, Ciencia de la educación y Ciencias de la educación: varios estudios sobre epistemología y pedagogía, Madrid: Anaya.

§ Schmied-Kowarzik, W. (1983). Pedagogía dialéctica de Aristóteles a Paulo Freire. Sâo Paulo: Brasiliense.